sábado, 29 de enero de 2011


Cuando hacia la tumba ya camine,
con el alma marchita de tanta vida,
no habrá dolor ni pena,
ni llantos ni pesares,
tan solo la luna llena,
alumbrante de mi destino

1 comentario:

María dijo...

¡Nooooooo te lo consiento! Prohibido hablar de muerte... Hay que vivir la vida sin importar que vaya a acabar... ¿Y si somos inmortales?
Besitos guapa. xD